El carril bici de Provenza

 

Cada vez que me llega la opinión que sobre los carriles bici emiten políticos, periodistas y otras mentes pensantes de nuestra sociedad, yo leo un certificado de no utilización del transporte público emitido a su favor. A todos ellos les pediría una cosa: Dejen por unos días su vehículo privado y utilicen el transporte público. Caminen la distancia que separe su origen o destino de la parada de metro o bus. Antes de una semana habrán descubierto que toda la superficie no edificada de Barcelona es un carril bici de cualquier dirección y sentido. Y por favor, dejen de polemizar sobre una raya pintada en el suelo y de demostrarnos a los mortales que nunca caminan por Barcelona.

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