Efectos colaterales
(19.5.2006)
Por Santiago Alcobé
Astrofísico
Uno de los efectos colaterales que está
comenzándose a notar en Barcelona como consecuencia de la barra libre concedida
por el Ayuntamiento a los ciclistas urbanos para circular por las aceras es que
los motoristas los están imitando. Desde siempre estábamos acostumbrados a que
las motos circularan algunos metros por las aceras, básicamente desde una rampa
de acceso hasta el lugar de aparcamiento (sobre la acera, por supuesto). Sin
embargo, de un tiempo a esta parte cada vez es más habitual ver más motoristas
circulando por las aceras más metros a más velocidad. Si los ciclistas están
autorizados a circular por las aceras en cualquier dirección y sentido y sin
límite de velocidad, es lógico que los motoristas, que también van sobre dos
ruedas, hayan pensado que la barra libre es para todos. Por supuesto que quienes
no saben lo que es el transporte público todavía no se han dado cuenta de la
situación. Todavía tardarán años en aceptarlo. Mientras tanto, los peatones
tendremos que aceptar como normal que las motos nos atropellen por la acera.
Como siempre, habrá que esperar a que hayan unos cuantos muertos para que
quienes - por acción u omisión - han fomentado esta situación dejen de negar lo
que es evidente. Aunque como siempre, la culpa será de las víctimas.