Haga el favor de acompañarme

(28.5.2009)

Por Santiago Alcobé

Astrofísico

 

Cuando la fiesta nacional
Yo me quedo en la cama igual
Que la música militar
Nunca me supo levantar
En el mundo pues no hay mayor pecado
Que el de no seguir al abanderado
No, a la gente no gusta que
Uno tenga su propia fe


La mala reputación de George Brassens
Paco Ibañez

Ayer el F.C. Barcelona ganó su tercera copa de Europa. Yo tenía sueño, así que me fui a dormir antes de comenzar el partido. Esta mañana me han preguntado por el partido. Cuando he dicho que no lo había visto, la reacción ha sido inmediata "¿Qué eres del Madrid?".

Mi mente ha regresado a hace unos diez años, a épocas en que viajaba con cierta frecuencia a Madrid. Eran tiempos en que el Madrid tenía éxitos y al Barcelona no le iban bien las cosas. Cuando llegaba a Madrid, me formulaban preguntas de fútbol. Cuando decía desconocer lo que me estaban preguntando, que el fútbol no era objeto de mi interés, inmediatamente lo asociaban a los malos resultados del Barcelona.

Quienes durante la transición democrática éramos lo suficiente mayores para enterarnos de lo que se decía y lo suficientemente jóvenes para creérnoslo, aprendimos aquello de que el fútbol es el opio del pueblo inventado por la oligarquía para alienar al proletariado. Cuatro décadas después, hasta los econacionalistas que -pobrecitos- se creen de izquierdas dejan de inaugurar un evento mundial de su ramo para ver la final del Barça a costa del contribuyente.

Es en estas ocasiones cuando recuerdo una viñeta del dibujante Forges. Era una conversación entre dos personas que no se conocían y se encontraban por la calle. Más o menos la conversación iba así:

- Señor A: Hola. ¿Qué hace usted paseando por la calle en plena retransmisión del partido equipo1 - equipo2?

- Señor B: Es que a mí ... no me gusta el fútbol.

- Señor A: Vaya, vaya. Muy interesante ... Haga el favor de acompañarme.

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