La ira de Nerón

(26.5.2006)

Por Santiago Alcobé

Astrofísico

Dice la prensa que el iluminador de la torre Guitó (Agbar) se queja de que el ayuntamiento de Barcelona no pone en práctica su sistema de contaminación lumínica gratuita. ¡Qué penita me da! También Nerón se sentía un artista incomprendido y consideraba a las víctimas del incendio de Roma unos estúpidos ignorantes incapaces de comprender su obra creadora. Crear idioteces bellas es fácil. Lo difícil es crear belleza que además aporte algo positivo a la Humanidad. Amenaza con denunciar al ayuntamiento por no contaminar según lo estipulado en el contrato. Más bien alguna asociación de las que se autoproclama como defensora del medio ambiente debería denunciarlo a él por incitación al delito ecológico. Como ya he expresado en otras ocasiones, lo que me tranquiliza de este asunto es la certeza de que, más pronto que tarde, aberraciones ecológicas como la iluminación de la torre Agbar (Guitó) no sólo serán erradicadas sino que servirán de reflexión a la Humanidad de cómo fue posible que llegaran a producirse.

 

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